Una parte de mí permanece congelada a causa de este melancólico invierno pasado y la otra quedó atrapada en la agridulce sensación de cambio.
¿Cómo vuelvo a aquellos lugares donde todo era posible, donde mi cuerpo moría de tanta felicidad?
Tal vez el verano, con sus días eternos y sus cálidas noches estrelladas, me regrese el aliento.
2 comentarios:
El verano soluciona todo, aunque te guste el frìo.
Lindo posssst :)
Yo también deposito mucha esperanza en este verano... Quiero sacarme de encima el colegio, quiero viajar, quiero tener MUCHO tiempo al pedo para estar con mis amigos, quiero escuchar mucha música y quiero sacar muchas fotos. Y el verano viene con todo eso. Como para no esperarlo con ansias.
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